Está claro que el confinamiento ya produjo grandes cambios en el desarrollo de las actividades de Marketing, pero esto no es todo. Lo mejor está por venir. Prepárense para descubrir todo que se viene en esta nota.
Para los que vivimos en Argentina, las crisis ya son algo recurrente. Aprendimos a vivir con altísimos niveles de inflación, mega-devaluaciones, diferentes tipos de cambio, restricciones al comercio que cambian según el color político del gobierno de turno y largas épocas de recesión… Sin embargo esta pandemia ha demostrado ser totalmente diferente a lo ya conocido. ¿Prohibición para abrir comercios y negocios? Eso nunca se había visto.
Si bien de a poco empezamos a ver que que vuelven algunas actividades, déjenme decirles que esto no tiene vuelta atrás, si de algo estamos seguros es que las cosas no volverán a ser como antes.
¡Wake Up!
Hay algo que ya sabemos por experiencia, en las crisis los que más sufrieron las pérdidas fueron los que se quedaron de brazos cruzados, los que pusieron sus negocios en stand by o se quedaron lamentando. Esos dejaron morir el recuerdo de sus marcas. No podemos quedarnos quietos esperando que esto pase. Esa es la primer premisa.Es momento de probar cosas nuevas, aunque sea más obligados por el entorno, que por impulso propio. Y para esto, empezar por escuchar a nuestros clientes es lo principal. Aprovechemos para mirarlos a ellos… ¿Cómo cambiaron sus preferencias? ¿Qué quieren de nuevo? ¿Cómo lo quieren? ¿Cuándo lo quieren?
¿Creen que son preguntas viejas? Si, es cierto. Pero las respuestas serán nuevas.
Salto digital
Estamos muy acostumbrados a hablar de grandes cambios tecnológicos, pero esta vez es diferente. La tecnología llegó hace rato, el verdadero impulsor del próximo cambio será la voluntad de las personas. Tanto los consumidores como las empresas, obligados por la situación, volcaron sus ofertas y demandas hacia el mundo digital, rompiendo la barrera del miedo. Hasta ahora se ha vivido como una tormenta de cambios, sobre todo para los menos acostumbrados a este medio. Pero irán comprobando lo práctico, fácil y seguro que es realizar transacciones vía internet. ¿Qué creen ustedes que harán esas personas luego? ¿Volverán a movilizarse de manera innecesaria? Claro que no.
Nuevas y mejores oportunidades
Estos cambios acelerados rompen el statu quo de los mercados, produciendo baches y nuevas necesidades donde las nuevas marcas podrán posicionarse y conquistar nuevos nichos. La rapidez para adaptarse será la base de una nueva competitividad. Es momento de repensar cuáles son las necesidades nuevas de nuestro público y cuál será nuestra forma de responder entregando valor.
No ventas → Si relaciones
¿Pero qué hacer con la capacidad ociosa en momentos dónde el mercado se retrae por mucho tiempo? ¡Relaciones!
Es el mejor momento para pensar en formas diferentes de construir relaciones y vínculos con nuestros clientes. Cuándo la pandemia termine el mercado estará muy revuelto, esta crisis habrá sacado a relucir lo mejor y lo peor de cada uno. Los que hayan generado mejores vínculos durante el aislamiento serán los primeros en ver la reactivación del consumo.
Pensar en la Estrategia
¿Tenemos tiempo extra? Hay que aprovecharlo. En general todos renegamos de no contar con el tiempo que quisiéramos para repensar nuestra estrategia corporativa, nuestra cadena de valor, nuestra posición competitiva o nuestra diferenciación. Es el momento justo, pero siempre pensando en cuáles serán los cambios que traiga esta pandemia. Mirar primero al mercado, luego a la propia empresa.
Inversión en publicidad Hay que rever todo. Pero esto, no significa parar, porque después volver a empezar es también costoso y se puede perder lo logrado a través de años de presencia. Una buena estrategia sería usar esta época para generar leads cualificados.
Lo sano es volver al cliente, y pensar cómo llegarles en este momento tan delicado. Cómo estar presente, cómo satisfacer alguna necesidad, cómo sorprenderlo sin gastar de más. Pero nunca desaparecer.